lunes, 9 de abril de 2007

Nuevos tiempos.

El milagro no se ha producido. Las ventas de PlayStation 3 en Europa no han sido suficientes para sacar del pozo a la consola de Sony. ¿Esto que puede significar para el mundo de los videojuegos?

Sony, una empresa tan acostumbrada a ganar, ahora tiene que aprender a gestionar un fracaso. Porque la PS3, una consola atropellada por esta nueva generación, está pagando la soberbia de sus representantes.

Sony pierde dinero con cada PS3 que pone en el mercado (en Europa un poco menos) y, de momento, su catálogo no posee un juego de esos que vende consolas. Ya se ha anunciado que deja de comercializarse la versión “económica” con disco duro de 20 gigas (esa que no llegó a Europa), y se habla de la próxima puesta en venta de otra versión con un disco duro más amplio que el de 60 gigas… ¿será al mismo precio (con el consiguiente cabreo de los actuales propietarios de una PS3) o tendremos que pagar aún más por la siguiente PlayStation 3 que se presente en el mercado?

La cuestión es que la industria de los videojuegos se sostiene sobre los hombros de los millones de aficionados que deciden invertir parte de su dinero en una consola (con suerte, en varias). Y, aunque siempre existen fanboys que no conciben la diversión si no es con una determinada marca que les “identifica” (sonyers o nintenderos, por ejemplo), la mayor parte del plantel de jugadores se acerca a aquello que les divierte, sin prejuicios.

Hoy por hoy, la PlayStation 3 no es una consola que pueda divertir a millones de jugadores, sino una consola que pretende sacar el dinero a tantos como pueda, y ni siquiera eso lo ha conseguido (sólo hay que mirar las cifras de venta).

Lamentablemente, el fracaso de Sony revierte negativamente sobre los aficionados, que tras 30 años de historia, ya disfrutaban de una oferta de calidad y competitiva. Si una empresa como Sony falla, la industria se resiente y los jugadores lo pagan. Han sido muchos años de dominio absoluto de Sony en el mercado de consolas de sobremesa, y hemos sido legión los jugadores que hemos compartido el mismo sistema de videoconsolas, y ha sido PlayStation quien ha metido consolas en casas donde, años atrás, era impensable que hubiera videojuegos.

¿Podrán Microsoft y Nintendo absorber con garantías a los jugadores desencantados con Sony? ¿Viviremos, en esta quinta generación de consolas de sobremesa, la competencia más feroz desde los tiempos de Megadrive y Super Nintendo? Pues ojalá que sí, ojalá convivan y tengan éxito tres consolas con tres propuestas diferentes de diversión… Después de todo, en la variedad está el gusto, ¿verdad?

3 comentarios:

Unknown dijo...

lo que tenian que hacer es bajar el precio de la play3, que 600 euracos son muchos euros...

Unknown dijo...

Me parece que una bajada de precios sería lo único que podría devolver a la PS3 a la competición en ventas. No es ni medio normal, que en un mercado que mueve tantos millones de dólares, no haya ni 3 millones de jugadores que realmente apuesten por la PS3, y más teniendo en cuenta que la PS2 tiene más años que la puerta.

Unknown dijo...

Sony se ha colgado a base de bien. Estaban demasiado confiados en que ya solo el nombre vende, pero yo creo que no esperaban en esta generación una competición tan dura.

Microsoft y Nintendo están pisando fuerte, y me atrevo a decir que especialmente la primera, que la relación calidad precio, gráficos y catalogo, en mi opinión es hoy dia la mejor opción.

¿Esto quiere decir que PS3 es mala consola? Ni hablar, de hecho no dudo de su calidad, pero su elevado precio ha hecho que muchos usuarios cambian a la negra de Sony, por la blanca de Microsoft. Solo hay que darse unas cuantas vueltas por diferentes foros de esta tematica, y verás a muchísimos usuarios "reconvertidos" :D

Espero que baje de precio, porque si no se sale de mis posibilidades.